Periódico ermitelista fundado por Pernámbuco el saboreador de sopa en épocas en las que aún no existía una noción natural de medición del tiempo.
Pernámbuco sólo cuenta con un ayudante, Blobloblub, que es quien se encarga de redactar para el periódico cada uno de los hechos a medida que van ocurriendo. La vida del pobre Blobloblub se reduce a la redacción de ermitelios informativos, y esto explica las escasas apariciones del mismo en esta enciclopedia.
El trabajo de transcribir uno a uno los aconteciemientos de la vida de los edacvalinos resulta a Blobloblub muy agotador, sobre todo cuando se trata de narrar detalladamente el humor de Pichito al levantarse o la decisión urgente de la Palmera Regordeta de hacer un curso de cocina. Esto explica la poca importancia que le da Bloblub al diseño de las publicaciones, presentando en ocasiones noticias desorganizadas y desprolijas, sin contar aquellas que publica fuera de término.
El pequeño Bloblu encuentra en el consumo de mentolina la única forma de evadirse de su ingrato trabajo, y eso explica las innumerable plantaciones que rondan su oficina colgando desde los techos, destrozando puertas y ventanas, colándose entre las teclas de su corrompida máquina de escribir.
En una edición especial encomendada por Pernámbuco, Blobloblub se refiere a uno de sus frustrados intentos de rebelión en que accediendo disimuladamente a la estantería sin fin del archivo del futuro se encarga de quemar las carpetas en que se observa redactando ermitelios, pero pronto comprende que los designios de Pichito son inescrutables y que el Fuego de Tancora sólo quema las cosas ocurridas con anterioridad.
No son pocos los edacvalinos que se preguntan con qué motivo Blobloblub tiene necesidad de transcribir cada acontecimiento si todo está perfectamente plasmado en los escritos sobrevivientes del Archivo del Futuro. A estas interrogaciones Pernámbuco no hace más que responder con excusas, argumentando que hasta Íteles podría darse cuenta.
Uno de los más importantes repartidores de ermitelios es Bü Zi, que todas las mañanas e incluso algunas tardes de trirrotación arrastra su ermigato de papel (especie de carretilla plegable que extendida podría dar tres vueltas y media a Edacval) y distribuye entre los edacvalinos más de siete toneladas de periódicos.
El boletín consta de cinco secciones y un agregado que Bü Zi introduce entre los ermitelios oficiales clandestinamente, puesto que contiene las inspiraciones más destacadas de su amada Bí Á, que de otra forma no podría haber alcanzado la fama.
La sección más leída es la de Descubrimientos Itélicos, mientras que las páginas dedicadas a los resultados de las partidas de crucúret y sus diversos subjuegos es ignorada por la mayoría de los edacvalinos que conocen muy bien la influencia de Pichito en la publicación de los ganadores.