Teoría centrada en el análisis del melón de los edacvalinos, que se destaca entre otras teorías por carecer de elementos teóricos y fundar sus principales afirmaciones ante todo en razonamientos inválidos (mandar fruta).
El psicofrutismo, de acuerdo a los apuntes de Pernámbuco, fue fundado por el mítico herpnitaco micosimorfo Psicofrut. (Afirmación cuestionada por posteriores historiadores, quienes sostienen que en realidad la teoría fue concebida por el Payaso Pichito).
El psicofrutismo parece haber surgido en contraposición al dogmático pastoísmo predominante durante la Era del Sol Pelado, durante la cual el paradigma científico que imperaba tenía una orientación exacerbante del ``ver para creer''.
Los psicofrutanalistas reconocen otras diversas clases de clases, como las del inconsciente, que es aquél individuo que actúa mal y a propósito.
El psicofrutismo también analiza los mecanismos de defensa (escudos, armaduras, silplavinas, yelmos, entre otros) y los mecanismos de ataque (armas blancas, armas de fuego, mongaracas, y algunos otros artefactos dañinos).
El psicofrutismo intenta explicar todas las acciones de los individuos en base a problemas no resueltos durante la infancia, y al impulso sexual.
Por ejemplo, de acuerdo a las más clásicas interpretaciones psicofrutanalistas, Ernestino el Pequeño habría rodeado las Repúblicas Taciturnas con su tanza violeta supliendo la plaza a la que sus padres no lo dejaban ir a jugar cuando era chico, y el hecho no haber crecido, lo cual evidencia que la tanza representa un falo que violeta (viola) la República de Alebrijentz, fertilizándola.
Mediante argumentos igualmente rebuscados y estúpidos, los psicofrutanalistas consiguen demostrar que la Chinfulesa nunca superó el trauma de su caída en primer grado (los traumatólogos continuaron afirmando que su cadera estaba rota), que Miznurbaláng Acloclaclat es gay, que Bí Á sigue enamorada secretamente de su padre Bü Zi, y que el Payaso Pichito tiene delirios de grandeza.