Stragagmesani, en su estudio de las ciencias cognoscitivas, consigue esbozar una teoría para explicar la evolución de las abstracciones en el pensamiento edacvalino.
``El sujeto, en su concepción'', afirma, ``del afuera, al recibir impresiones sensibles no percibe tales impresiones, pues su percepción se encuentra legislada por ciertos mecanismos que alteran una secuencia de sensaciones percéptiles, convirtiéndola en una segunda secuencia de símbolos léxicos atómicos, ya preprocesados.
Tales mecanismos aprehendidos funcionan, ut nuperis, en un plano no volitivamente controlado, de carácter automático, y no consciente. Su naturaleza es regular como la respiración. Este mecanismo se desarrolla en el sujeto a medida que éste asimila los conceptos de alto nivel requeridos para lidiar con el entorno, y se vuelve capaz de procesar más sensaciones percéptiles y categorizarlas, siendo tal comportamiento en los comienzos forzado y fundamental; luego inevitable.Verbigracia, el nene mira el pasto y el cielo, y recibe las sensaciones respectivas, que en un comienzo están desnudas de carga semántica. La necesidad imperativa de comprender -el afuera, a los demás- lo conduce a reconocer, en un principio de manera esforzada, las categorías de ''verde`` y ''azul`` -socialmente impuestas, claro está-. El nene asimilará de manera tal los conceptos que llegará a creer que la calidad de ''azul`` es un concepto inherente (y no impuesto) de lo que percibe.
El proceso de internalizar una abstracción prosigue hasta que resulta prácticamente imposible para el nene no reconocer estas categorías en cada una de las situaciones en que se presentan.
La creación de categorías es una actividad que se da a lo largo de toda la vida-. El sujeto entonces factoriza patrones cada vez más complejos, y se constituyen categorías de categorías hipercomplejas.''
Stragagmesani llega más lejos en sus afirmaciones, al formular lo siguiente:
``Los edacvalinos nos comportamos en comunidad como una gran mente común, que igual que las individuales, responde a estímulos del exterior y a mecanismos de aprendizaje. Los primitivos edacvalinos concebían un micosín, un micosín y un micosín, allí donde nosotros distinguimos tres micosines. La aseveración podrá parecer trivial, o estúpida en el peor de los casos; pero refleja que el modelo de ''número`` o ''cantidad`` ha pasado a formar parte de un legado inconscientemente heredado.
Conversamente, esto nos da la idea de que existen ciertos conceptos que hoy intuímos vagamente apenas, y que nuestros sucesores advertirán no sólo como claros, sino como cualidades intrínsecas del afuera.''
Stragagmesani escribe este breve análisis desde una postura optimista, considerando que la generación de nuevas abstracciones es el Deber de todo edacvalino. Ante ella hallamos la respuesta de su discípulo Cachavsky, quien resume en una breve frase:
``Nuestro deber no es ése. Más bien nuestro deber es olvidar que es verde, y volver a mirar el pasto.''
Stragagmesani y Cachavsky fueron quemados con Fuego de Tancora junto con sus Obras Completas en rigor a una resolución del Tribunal de Injusticia.