Secretos
La única página que te da bola.


Fábula de los órganos

Los órganos del cuerpo se disputaban su importancia para determinar cuál de ellos era su jefe.

-Yo -decía el corazón-, porque bombeo la sangre a todas y cada una de sus partes, para oxigenarlas y alimentarlas.

-Nosotros -afirmaban sin embargo los pulmones-, porque sin nosotros el corazón no tendría qué bombear.

-Nosotras sin dudas -decían las manos-, porque somos la principal herramienta del cuerpo, y llevamos el alimento a la boca.

-Yo debería ser el jefe -remarcaba el cerebro-, porque mando a todo el resto de los órganos que no podrían cumplir sus funciones sin mi.

Y asi todos las partes del organismo estaban seguras de su importancia.
Pero fue entonces cuando llegó el turno del culo, que para no ser menos se adjudicó el título de jefe también.
Una carcajada se oyó en el lugar.
El culo entonces ofendido, decidió probar su poder de mando, se negó a trabajar y se cerró.
Los órganos se volvieron obsoletos: la cabeza estaba adolorida y no podía pensar, el cerebro ya no mandaba al resto de los órganos, las manos temblaban y se oponían a sus órdenes.
Fue entonces cuando decidieron aceptar al culo como jefe, ya que habían notado su importancia.
Así el culo, cagando a diestra y siniestra, se convirtió en jefe.

Moraleja: Para ser jefe, no se necesita ser cráneo, sino tener culo y saber cagar a la gente.


Ya había vivido en París, el alma del mundo, y en Roma, el corazón del mundo... Pero aún le faltaba Buenos Aires.


La vida carece de sentido... El sentido lo ponés vos.


No obedezcas ningún mandato a no ser que sea un mandato del interior.


Un hombre con un reloj siempre sabe que hora es. Un hombre con dos relojes nunca está seguro.


Dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo...
Salvo en un colectivo a una hora pico.


El amor es un símbolo de eternidad. Barre todo sentido del tiempo, destruyendo todo recuerdo de un principio y todo temor a un fin


En la palabra rosa está la rosa y todo el Nilo en la palabra Nilo.


Cuando estás sin ego hay amor, entonces simplemente das, sin pedir nada a cambio. Simplemente das, porque dar es tan hermoso. Compartes porque compartir es tan maravilloso, entonces no hay negocio. Cuando no hay negocio ni ego el amor fluye.


Una mirada humorística a tu situación te da distancia espiritual. El sentido del humor te salva.


Cuando todos los hombres piensen día y noche en el Zahir, cuál será un sueño y cuál una realidad, la Tierra o el Zahir?


Debemos estar dispuestos a librarnos de la vida que planteamos, de modo de tener la vida que nos está esperando.


Si pudiera usted dar puntapiés a la persona responsable de la mayoría de sus tribulaciones, no podría volver a sentarse por espacio de seis meses.


El camino más largo comienza siempre con un primer paso.


Nunca juegues al rango con un unicornio.


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